Uso, abuso y drogadicción

Distintas intensidades en la drogadiccion

A la hora de consumir sustancias (o actividades como el juego, trabajo, ejercicio físico, etc.), el ser humano puede vincularse con dichas sustancias de diversas  maneras. Estas maneras de vincularse poseen cierta independencia de la sustancia en si o de la cantidad consumida, porque se trata de ubicar la función que este consumo tiene para el psiquismo de la persona, una función que va a tener que ver con la “desmentida”.

Mecanismos defensivos en la drogadiccion

La desmentida es un mecanismo defensivo que permite: reconocer un límite (o riesgo) pero actuar como si no existiera, reconocer una necesidad pero solo responderla indirectamente a través del consumo, reconocer un afecto, o una relación pero no darle verdaderamente lugar. En el fondo, el adicto consume para evitar el encuentro con algo que le provoca dolor y malestar, su ser no puede tolerar la angustia de afrontar determinados temas. El inconveniente surge que del consumo su ser se debilita aún más. Entre los temas que suelen ser evitados: las ansiedades que surgen en el encuentro con el partenaire sexual, las ansiedades y angustias por los cambios que el crecimiento impone,  las angustias que surgen ante las pérdidas de todo tipo,  entre las que cabe resaltar la angustia por la pérdida de seres queridos, etc.  Cualquier actividad puede funcionar para desmentir, incluso el trabajo.

Cuando esto ocurre no significa que trabajar sea dañino, sino que la función psíquica que le da la persona a esta actividad, se vuelve “adictiva” porque a través de ella está evitando afrontar cuestiones importantes de su vida.

Los modos de utilización de estas sustancias/actividades son:

  1. Uso: se trata del consumo ocasional, esporádico, no habitual (de habito) de una sustancia o actividad, vinculada al hecho de “probar”.
  2. Abuso: se trata del consumo habitual relacionado a situaciones en las que se ponen en juego determinadas funciones psíquicas, como ser: trabajar, salir a bailar (conquista). El abuso significa que la persona consume porque considera que de esta manera “lo puede hacer mejor”.
  3. Adicción: se trata cuando la persona vive por y para el consumo, en donde el consumo no es para “mejorar” un rendimiento, sino que todas las actividades fueron desechadas y reemplazadas por el acto de consumir. No es raro escuchar de un adicto que deje una relación sexual por la mitad, para seguir consumiendo porque ya  “se  cansó”.

Para expresarlo en un ejemplo metafórico:

Si se quiere consumir, por ejemplo, una bebida alcoholica y la persona en cuestión, se da cuenta de que el kiosko ya cerro….pues bien:

  • El que hace “uso”, dirá: “ lo hare otro día” en donde ese otro día suele ser hecho con alguien más, es decir, en compañía.
  • El que hace “abuso”: Va a chequear que el kiosco esté abierto y si no lo encuentra, ira al más lejano para intentarlo. Si lo encuentra también cerrado, le molestará y se incomodará, pero podrá superarlo.
  • El “adicto”: Hará lo mismo que el abusador, pero al no encontrar un kiosco abierto, no dudará en ir con un hacha (o arma) para romper los candados del kiosco y obtener lo que “necesita”.
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