En contraposición con otras líneas teóricas (terapia emocional), los pensamientos se consideran la causa de la aparición de las emociones. La terapia consiste en:
a) identificar los pensamientos, sobre todo los irracionales que nos producen malestar.
b) identificar qué es lo irracional o inadecuado en ellos, a través de un trabajo conjunto entre el consultante y el terapeuta.
Cuando los patrones cognitivos son identificados se pasa a la fase de su modificación, modificación realizada a través de un ejercicio de prueba y error.