Sobre cambiar las maneras de pensar que provocan ansiedad
La mejor manera de cambiar nuestras formas de pensar y sentir que nos provocan ansiedad es entrando en relación con alguien a quien ubicamos en un lugar de saber. Seguir sugerencias, poner entusiasmo, nos ayudará, pero no será suficiente.
Sensaciones Temidas en una Crisis y su Explicación Real.
– MAREOS: Producido por la tensión de cervicales que disminuye el aporte de sangre bien oxigenada al cerebro.
– SENSACIÓN DE FALTA DE AIRE: Producida por el aumento de oxígeno en la sangre causada por la hiperventilación.
– TAQUICARDIA, PALPITACIONES: Cuando percibimos un peligro, real o imaginario, el corazón responde de esta manera.
– HORMIGUEO EN LAS MANOS, PÉRDIDA DE SENSIBILIDAD, PALIDEZ: Los mecanismos fisiológicos para mejorar la respuesta del organismo ante una situación de peligro, hace que la afluencia de sangre sea mayor en los lugares donde puede ser más necesaria, dejando al resto del cuerpo con una deficiente irrigación.
– OPRESIÓN, DOLOR O PINCHAZOS EN EL PECHO. DOLOR EN BRAZO IZQUIERDO: Producida por la tensión de los músculos intercostales provocada por la hiperventilación o por mantener los pulmones demasiado llenos. También pueden ser provocados por contracturas cervicales o dorsales que transmiten el dolor a esas zonas.
– PERCIBIR LAS COSAS DE FORMA EXTRAÑA: Disminución de oxígeno en determinadas zonas del cerebro por la hiperventilación.
– TEMBLOR, PINCHAZOS, PARESTESIAS: Provocadas por tensión muscular excesiva.
MIEDO AL MIEDO
El paciente se autoobserva y detecta cambios mínimos producidos en su actividad fisiológica, interpretándolos como algo peligroso (un infarto, locura, perder el control…), iniciándose así el círculo del pánico.
En la agorafobia, este miedo al miedo impide la exposición y fomenta la evitación de situaciones.
La ansiedad no aparece solamente al exponerse a las situaciones evitadas o temidas, sino, y sobre todo, al anticipar éstas. Sólo al pensar que debe ir a un sitio determinado, el paciente empieza a sentir las sensaciones temidas, las interpreta como que puede ocurrirle algo “peor”, y decide evitar la situación para evitar “lo peor” …un círculo vicioso que cada vez lo debilita más.
El sabio puede sentarse en un hormiguero, pero sólo el necio se queda sentado en él.
Trastorno de Ansiedad Generalizada
La intensidad, duración y frecuencia de sus preocupaciones son exageradas e interfiere en la realización de sus tareas y su capacidad para concentrarse.
Les resulta difícil relajarse, permaneciendo en un estado de tensión continuo que les impide dormir.
Sus preocupaciones suelen ir acompañadas de síntomas físicos como temblor, tics o movimientos nerviosos, tensión muscular, dolores de cabeza, irritabilidad, sudoración, sofocos, manos frías.
Su energía está casi al límite debido a que es consumida por sus preocupaciones y ansiedad.
Con el tiempo no es extraño que acaben deprimiéndose debido al malestar continuo y a la pesada carga que les supone su vida diaria.