La necesidad de un tratamiento multidisciplinario.
En todos los casos donde se implementó “la insensibilización” (dilatación), el éxito fue casi del 100 %. Se aconseja que se trate física y emocionalmente, dado que es una enfermedad psicofísica. Independientemente de la modalidad terapéutica elegida, es una problemática con la cual se obtienen resultados positivos en la mayor parte de los casos.
Entre las dificultades asociadas al vaginismo cabe mencionar: baja auto-estima, miedos y depresión. Es importante tratar estas dificultades.
Tratamiento físico: para tratar los espasmos musculares se pueden incluir ejercicios de focalización sensorial, la autoexploración de la vagina por medio del tacto y la desensibilización con dilatadores vaginales.